Gracias al proceso de secado, podemos disfrutar de los higos todo el año, y aunque se trate del mismo alimento en esencia, los higos frescos y los secos tienen características nutricionales que los diferencian.
Para hacernos una idea debido a la pérdida de agua, que pasa a representar solo el 30%, los valores nutritivos se multiplican aproximadamente por tres. El resultado del proceso convierte al higo seco en una versión 3 veces más concentrada que el fresco. Es una excelente fuente de fibra y minerales